Oh, hombre promedio,
mundano, dionisiaco,
con orgullo, ingenuo.
La ignorancia que conforme cargas,
dichoso por su sencillez,
será el peso
que te arrastrará al abismo.
A ti y a tu innumerable rebaño.
Mayoría de este mundo.
Los que mandan, si claro.
Los que dominan a los pocos, por supuesto.
Jamás manipulados, obviamente.
Como las ovejas y el pastor.
Ellas, al ser mayoría, mandan
¿Verdad?
Hombre promedio,
el mundo es tuyo.
Oh, hombre excepcional,
sublime, apolíneo,
con orgullo, consiente.
La sabiduría que responsable cargas,
abrumado por su complejidad,
será el peso
que te arrastrará al abismo,
A ti y a tu pequeña elite.
Minoría en este mundo.
Los que mandan, si claro.
Los que dominan a los muchos, por supuesto.
Jamás atropellados, obviamente.
Como un humano en la jaula de los leones.
Él, al ser superior, manda
¿Verdad?
Hombre excepcional,
el mundo es tuyo.
Un aviso. No me confundan a mí, el autor, con el hablante lirico de estos poemas. Yo soy el hombre MÁS humilde del mundo.
-Leonardo Guerrero
Injurias de un Arrogante.
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